Pongo negro sobre blanco con mi opinión sobre la biomasa y la electricidad aplicada a la producción de calor para la calefacción y procesos industriales.
Mi postura es a favor de la electricidad como energía, económica, segura, eficiente, y no aporta polución a la atmosfera.
La utilización de la biomasa para alimentar calderas de combustión, representa retroceder unos 50 años.
No basta con tomar en consideración las emisiones de CO2, también cuenta el humo que está formado por partículas toxicas.
La quema de residuos forestales o agrícolas es una buena solución para alimentar una central eléctrica.
Al ser una gran instalación se pueden instalar filtros para evitar la emisión al aire de partículas toxicas.
En mis cincuenta años en el sector de la producción de calor he sido testigo de muchos sistemas para producir calor y al final han sido modas que han pasado pues no eran eficientes.
En los años 60 se utilizaba el carbón para dar servicio de calefacción, mediante calderas o braseros y estufas de leña que han intoxicado a muchas personas.
La biomasa será una moda y en los próximos 4 años perderá su popularidad al tratarse de una energía con altos costes de recogida, transporte, elaboración de producto, engorroso para el consumidor y ensucia en aire.
Últimamente se ve en muchos pueblos que han regresado las chimeneas humeantes.
La electricidad es la energía que garantiza un buen servicio, no contamina, no tiene riesgos de incendio o explosión, tiene permanentemente el mismo rendimiento, es económica y con los años seguirá siendo económica, es cómoda, no es una moda pasajera, es la energía de los próximos 100 años.
En la actualidad, las fuentes de producción de electricidad, son las menos contaminantes, centrales eólicas, fotovoltaicas, termosolares, hidráulicas, nucleares de fusión. Están en desaparición las térmicas con hidrocarburos y las nucleares de fisión.