Vapor en la industria alimentaria

 

Los procesos de calor son una constante en la elaboración de alimentos y la industria tiene que controlar los costos energéticos para producir con precios competitivos.

La industria alimentaria cuece, fríe, esteriliza, escalda, fermenta utilizando el calor para convertir los alimentos en comida.
Es habitual que la producción de calor se realice mediante calderas de combustión, gas, gasóleo, biomasa, produciendo vapor, agua caliente, fluido térmico.

En la actualidad la producción de calor con calderas eléctricas ETE es el sistema más seguro y económico.

En los últimos 14 años ha cambiado el sistema de producir electricidad, antes las centrales eléctricas funcionaban con carbón, fuel o gas, en la actualidad el 50% de la producción de electricidad se realiza con centrales fotovoltaicas, termosolares, eolicas, nucleares, hidráulicas, lo que ha permitido que el precio del kwh sea igual al kwh producido con energías combustibles, incluso si se hace una buena contratación con la compañía eléctrica el precio puede ser más bajo que las energías combustibles utilizando electricidad.

Las instalaciones de producción y distribución de electricidad están funcionando al 50% de su capacidad.
La forma de hacer las instalaciones de calor no ha variado desde los años 60, se instalaba una caldera de vapor y mediante una red de tuberías se envía el calor a cada punto de consumo, en ese punto se instala un intercambiador de calor con los diversos sistemas de control y en el secundario del intercambiador de calienta el proceso del alimento.

La mejora de la instalación pasa por instalar una caldera eléctrica ETE en cada punto de consumo con la potencia y temperatura necesaria para cada proceso sin necesidad de incrementar la potencia por perdidas de calor en tuberías y chimenea.

Si necesitamos pasteurizar un producto, instalaremos una caldera eléctrica de agua ETE a un metro de la marmita o del intercambiador y pondremos la potencia específica para ese proceso con la temperatura del proceso controlada en la propia caldera.

Siguiendo ese criterio haremos lo mismo si queremos esterilizar botes de conservas, agua para las duchas del personal, calefacción para  naves u oficinas.

Cada punto de consumo de calor tendrá su caldera especifica y ahorraran las perdidas y gastos de mantenimiento de las tuberías que reparten el calor, el ahorro esta sobre el 30% en el consumo de energía.

Es habitual que se instalen dos calderas de vapor para garantizar el servicio durante los tiempos de mantenimiento de las calderas de combustión, en el caso de las calderas eléctricas de vapor ETE no es necesario pues el mantenimiento e prácticamente nulo.

Solo funcionara la caldera en el punto de consumo donde esté trabajando un proceso de calor y la potencia de la caldera será igual al consumo de calor para el proceso pues al no tener redes de distribución ni chimeneas no hay que sobredimensionar la potencia, al tener las calderas eléctricas ETE un rendimiento del 100% a lo largo de toda su vida que según nuestra experiencia es superior a los 30 años.

Otro de los valores de ete es el asesoramiento para calcular la caldera de cada punto de consumo, garantizando el servicio y el consumo en € de cada proceso.

Según las temperaturas de los procesos de calor se instalaran calderas de agua hasta 95ºC, calderas de vapor hasta 180ºC, agua sobrecalentada hasta 180ºC, calderas de fluido térmico hasta 300ºC acumuladores de calor en masa liquida para procesos industriales y calefacción de oficinas y naves.

Hay técnicos que tienen la opinión de que la electricidad es una energía cara que no debe utilizarse para producir calor, ese criterio era valido antes del año 2000, en la actualidad tienen que revisar sus criterios sobre los costos energéticos y valorar el costo de la energía, gastos de mantenimiento, vida de las calderas, rendimiento de las calderas eléctricas ETE.

Caldera de Vapor Industrial

Estamos en el año 2017, hay que revisar y cambiar los procesos térmicos en las industrias para reducir los costoCaldera de vapor industrial Etes de producción, cambiando la caldera de vapor industrial de combustión por calderas eléctricas de vapor ETE.

En los últimos 14 años se ha producido un cambio en la generación de electricidad, se ha pasado de centrales térmicas con fuel, carbón o gas a producir electricidad sin depender de las energías combustibles. Ahora tenemos producción de electricidad con plantas fotovoltaicas, termosolares, nucleares, hidráulicas, eólicas.

El cambio en la generación de electricidad ha dejado de condicionar el costo de producción de los kwh por los precios de los hidrocarburos y el precio de la electricidad esta en los niveles de las energías combustibles y en muchos casos por debajo.

También se debe tomar en consideración que en la actualidad la capacidad de producir y transportar electricidad es el doble del consumo. Esta situación anima a las empresas distribuidoras de electricidad a hacer ofertas a las industrias con precios muy interesantes.

He comentado al principio que la solución es la instalación de calderas eléctricas  industriales ETE y la razón es que se trata del fabricante mundial que tiene la tecnología más eficiente, segura y económica.

Cuando una industria se plantea mejorar los costos de producción modernizando y abaratando la producción,  tiene que cambiar la filosofía de producción y distribución del calor.

Utilizando las calderas de vapor industrial ETE, se eliminan las redes de distribución, los intercambiadores y los sistemas de control, pues en cada punto de consumo se instalara la caldera con la potencia y temperatura de ese proceso.

En la actualidad las instalaciones de producción de calor están diseñadas con los principios que había en los años 60, en estos 54 años los cambios en las instalaciones de calor han sido mínimos, se produce el calor quemando combustibles, carbón, fuel, gasóleo, gas, biocombustibles y centralizando la producción de calor.

Es habitual que se instale una caldera de vapor industrial y por medio de diversas redes de tuberías se envíe el calor a cada punto de consumo. En cada punto de consumo se instala un intercambiador de calor y se da el servicio de calor a través del circuito secundario del intercambiador.

Podemos tener una caldera de vapor que trabaja a 180ºC las redes de tuberías para distribuir el vapor y varios puntos de consumo con sus intercambiadores de calor para diversas aplicaciones a 60ºC, 90ºC, 150ºC y servicio de calefacción para oficinas y naves. Estas son las instalaciones que se hacen en la actualidad y se hacían en los años 60.

Si tenemos un punto de consumo a 60ºC se instalara una caldera eléctrica a un metro del punto de consumo y se regula a 60ºC la caldera será de agua, para la proceso de 90ºC se hará lo mismo y para el de 150ºC se utilizara vapor o agua sobrecalentada, el servicio de calefacción para oficias y naves se hará con calderas de acumulación de calor que consumirán kwh de 0.05€.

Al eliminar las redes de distribución de calor se reduce el consumo en un 30% por las pérdidas de calor en tuberías.
El rendimiento de las calderas eléctricas ETE es del 100% y no es necesario sobredimensionar la potencia al no tener chimenea, los gastos de mantenimiento son prácticamente cero.
La vida de la caldera será de más de 30 años según las experiencias que vivimos con calderas que funcionan desde los años 80 manteniendo el rendimiento del 100%.

No es necesaria la instalación de dos calderas para cubrir los tiempos de mantenimiento.
No hay olores, gases, riesgos de incendio o explosión y sobre todo no hay emisiones de C02.
Solo se encenderán las calderas que necesiten para dar servicio  a cada proceso puntual de calor.

Uno de los valores que aporta Europea Térmica Eléctrica a sus clientes es la ingeniería para calcular la potencia necesaria para cada proceso y el tipo de caldera de agua, caldera de agua sobrecalentada, caldera de vapor, caldera de fluido térmico o acumulador de calor en masa liquida.

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